El equipo de Sergio Hernández venía de perder con Boca Juniors en la primera fecha, pero este miércoles fue más sólido y venció a Quilmes por 85-73, en el postergado de la segunda jornada de la Liga Nacional de Básquetbol. En Peñarol se destacó David Jackson (foto), autor de 26 puntos, 3 rebotes y 2 recuperos.(TELAM). Ante más de 4.500 personas en el Estadio Polideportivo, Peñarol venció a Quilmes por 85-73 en un vibrante duelo de equipos marplatenses por la segunda fecha de la Liga Nacional. Con este resultado, el equipo “milrayitas” estiró su ventaja en el historial del clásico marplatense.
En el primer cuarto, Peñarol arrancó con un efectividad asombrosa que complicó cualquier reacción que ensayara su rival para contrarrestar la arremetida inicial de su quinteto inicial liderado por Román González. Por el lado de Quilmes, sólo Jazz Cowan intentó lastimar cerca del cesto para que la diferencia no sea tan amplia. El marcador de cierre del periodo inicial (14-26) le dio al local un margen que supo manejar.
La sequía ofensiva de Quilmes fue un factor preocupante para Esteban de la Fuente en el comienzo del segundo cuarto. En contrapartida, González siguió sacando ventaja en la pintura sobre la marca de Calderón. Aunque el ingreso del alero Maximiliano Maciel le abrió al “cervecero” un camino ofensivo confiable, el equipo de Sergio Hernández gozó del plus que Tato Rodríguez aporta en cada clásico.
Quilmes salió en la segunda mitad con una defensa más agresiva que además supo cristalizar en ataque con buen aporte de Pablo Gil. La presión que propuso el conjunto “tricolor” resultó efectiva para emparejar las acciones y después de remontar una clara desventaja, un triple de Salles a falta de 2’04 puso el tanteador 52-52. Pero la respuesta ofensiva de David Jackson fue vital para las aspiraciones de Peñarol y un doble de Muruaga sobre la chicharra lo dejó arriba 56-58.
La paridad se mantuvo en el último cuarto y el juego creció en emotividad con gran protagonismo de ambas parcialidades. Los equipos decidieron atacarse a puro triple y, después mucho luchar, el desequilibrio llegó con un lanzamiento desde 6,25 de Jackson a 3 minutos del final (68-73) e inmediatamente un doble de Tato Rodríguez (68-75) obligó a De la Fuente a pedir un tiempo muerto para intentar reaccionar. Finalmente, una jugada de tres puntos con doble y falta a Román González a dos minutos del epílogo dio el toque final con un 70-78 definitivo. La hinchada de Peñarol desató el festejo en las tribunas y celebró otra vez ante su clásico rival.
Fuente: www.a-d-c.com.ar
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